El primer Parque Nacional Marino de Brasil, Abrolhos, fue creado en abril de 1983 y representó un marco para la conservación marina en el país. Desde entonces, sus cerca de 91.300 hectáreas, ayudan a proteger a la región con la mayor biodiversidad marina en el Atlántico Sur, que incluso fue visitado por Charles Darwin, en 1832.  

Es sin duda un lugar privilegiado, con impresionante variedad de fauna marina, innumerables especies de peces, moluscos, corales y tortugas marinas, entre otras maravillas. Es como estar en un acuario gigante nadando entre peces multicolores en aguas azules y cristalinas.

Caravelas es la villa de pescadores a la cual se accede desde Porto Seguro, en dirección sur y es la puerta de acceso a este archipiélago de increíble belleza, donde de Julio a Septiembre las ballenas Jubarte van a reproducirse.

Observar estos gigantes habitantes del mar pasando debajo del barco no es el único espectáculo; sobre el islote de Siriba, una de las 5 islas que componen el archipiélago, los pájaros que cavan para preparar sus nidos, y en las aguas cristalinas que bañan la isla de Santa Barbara, se puede practicar buceo con tanques, con la excelente visibilidad promedio de 30 metros, o hacer snorkelling para admirar las coloridas formaciones coralinas, las enormes rayas negras y unas 160 especies de peces que sólo existen en este archipiélago.

Las aguas claras de temperatura amena, que oscila entre 24 a 28 grados, los naufragios, como el carguero italiano Rosalina, hundido allí en 1939 y con 100 metros de largo, sumado a la rica fauna y flora marina hacen del Parque de Abrolhos uno de los atractivos naturales más importantes y fascinantes de Brasil.